Nuestro día a día y nuestra vida en general se basa en las decisiones que tomamos y que van marcando el camino. Si dicen aquello de que el camino se ve conforme avanzas es porque el camino aparece en función de las decisiones tomadas. Un simple si o un no hace que una persona entre en tu vida o se mantenga al margen, que ésta cambie tu vida hacia un lado u otro o la posibilidad de una nueva persona que la cambie mas adelante. Tomar decisiones no es fácil, pero todos confiamos en esa fuerza llamada destino que se convierte en una esperanza de que al final todo nos conducirá al fin que deseamos tener, al margen de las decisiones tomadas, y esto para mi no tiene mucho sentido. Dicen que si tenemos el potencial para conseguir algo pero no nos esforzamos en ello es como un atleta que no entrena, puede ganar pero conforme sus rivales entrenan, superándose día a día, éste confía solo en el potencial sin ejercerlo... creyendo en la suerte. El atleta se verá derrotado y entonces comprenderá que todo es esfuerzo y no sentarse a mirar como pasa el tiempo y confiar en un pasado, sino que hay que entrenarse para el futuro.
Hoy, somos decisiones del pasado y ya estamos decidiendo nuestro futuro.
