A veces uno siente que no encaja en el puzzle del que hace tiempo era una pieza perfecta, menos mal que siempre hay alguien que ayuda a que te des cuenta de que sigues siendo esa pieza importante solo que se han equivocado y la han puesto al revés. Pronto llegará el momento en que ese alguien se de cuenta y entonces el viento soplará a tu favor. Solo es cuestión de saber esperar, afrontar lo que venga con buena cara y no esperar nada de nadie, porque así, nadie tendrá motivo para decepcionarte y todos los motivos para alegrarte. Vivir el momento, saber disfrutarlo y no poner limites a tu alegría, diversión e incluso a un plan es el motivo por lo que día a día nos sentimos libres. No tengas miedo de reír, de llorar pero siguiendo una simple regla "ríe cuando puedas y llora cuando lo necesites", pasa de lo que diga la gente, tú creas tu propio mundo, tu vida, tu suerte. Mira hacia adelante el futuro no solo está escrito en ese día que se da mal, pon empeño día a día en mejorar como persona y crecer por dentro como adulto pero sin matar ese niño que saca lo mejor e inocente de ti mismo.
